SAN JOSÉ, Costa Rica (23 de octubre de 2020)—Luna es una perrita Schnauzer de 7 años, que no se despega de su dueño, don Marcos Arguedas. Desde que fue adoptada hace dos meses, ella y este adulto mayor se volvieron inseparables: “Lo más lindo de esta historia es que no sólo Luna encontró un hogar, sino que mi papá logró superar una fuerte depresión en la que cayó por la pandemia”, señaló Dayana, hija de don Marcos.
El pasado 12 de mayo, Luna y 26 perritos más fueron decomisados de un criadero ilegal ubicado en Alajuela, donde vivían encerrados y en malas condiciones. La Fuerza Pública y el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) intervinieron en el lugar y decomisaron a estos animales, los cuales eran explotados para reproducción y venta.
Ante el delicado estado de salud en que se encontraban, la organización de bienestar animal Humane Society International Latinoamérica (HSI LA) se encargó de sus cuidados, en coordinación con la Asociación Animal Hope Costa Rica y la Asociación Humanitaria para la Protección Animal de Costa Rica (AHPPA).
“Los animales estaban en pésimas condiciones: sucios, con pulgas, problemas de la piel, los dientes cubiertos con placa, desnutridos y presentaban serios problemas de comportamiento, eran muy nerviosos”, señaló Amanda Chaves, gerente del programa de animales de compañía de HSI Latinoamérica. Por ello, se les brindó la atención veterinaria necesaria que incluyó exámenes de sangre, vacunas, limpieza de dientes y baños medicados cada 3 días, entre otros.
Una vez concluida la rehabilitación, se procedió con el proceso de adopción de los 27 perritos, incluida Luna. “Nos dimos a la tarea de buscar hogares responsables con familias cariñosas y protectoras, las cuales nos han dado la gran satisfacción de comprobar que estos animales se encuentran en excelente estado de salud, evolucionando positivamente de sus traumas emocionales e integrados a las dinámicas familiares de la mejor manera”, señaló Anabelle Blanco, presidenta de la Asociación Animal Hope Costa Rica.
Luego de cumplir con todos los requisitos para la adopción, Dayana recuerda el día en que adoptaron a Luna: “Lo más curioso fue que nos advirtieron que la perrita era todavía muy temerosa, pero apenas abrieron el kennel, ella salió y se le acercó a mi papá para que le hiciera cariño, todos llorábamos de la emoción. Desde ese día, son inseparables, tienen una conexión muy especial, y mi papá superó su depresión”.
Para Andrea Borel, directora ejecutiva de HSI Latinoamérica, a pesar de que la historia de estos perritos tuvo un final feliz, todavía existen en Costa Rica numerosos criaderos ilegales donde se maltrata y explota a los animales: “Este caso nos recuerda la importancia de estar vigilantes y asegurarnos de que los criaderos de animales cuenten con todos los permisos necesarios para su funcionamiento”.
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Contacto:
Alejandra Zúñiga, Humane Society International: Celular: (506) 7012-5598