Prohibición de peleas de gallos en Costa Rica confirmada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Esta es una gran victoria contra los crueles espectáculos de sangre, dice Humane Society International/Latinoamérica

Humane Society International / América Latina


Heather Severt/The HSUS

SAN JOSÉ, Costa Rica—La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó una denuncia contra el Estado costarricense por prohibir las peleas de gallos, en lo que la organización de bienestar animal, Humane Society International (HSI), calificó como una gran victoria contra las peleas de animales.

La denuncia fue presentada por la Asociación Nacional de Criadores de Gallos en 2017 y, en ella, se cuestionaba la prohibición de la cría y las peleas de gallos (establecida en la Ley de Bienestar Animal), por considerarla una “tradición cultural” y un “derecho humano”.

Sin embargo, la Comisión concluyó que la prohibición de estas peleas “persigue una finalidad legítima, que es la protección del derecho a un ambiente sano y al cuidado de la fauna (…), y es necesaria para la protección de los gallos criados en establecimientos privados”. Agregó que la prohibición de las peleas de gallos y la cría de estos animales con la finalidad de pelea es una restricción legítima y proporcional.

Andrea Borel, directora ejecutiva de HSI/Latinoamérica, señaló: “Esta victoria representa un hito a nivel nacional y regional, y sienta un precedente histórico para otras luchas en contra de los espectáculos crueles con animales. En HSI nos oponemos rotundamente a las peleas de gallos, las cuales resultan en sufrimiento, tortura y muerte para los animales que son obligados a participar. Estas actividades equivalen a maltrato animal con fines de entretenimiento y no tienen cabida en la sociedad moderna”.

Las peleas de gallos son una práctica sangrienta en la que dos o más aves criadas específicamente para pelear, son colocadas en un redondel, también conocido como “gallera”, con el propósito de entretener a los espectadores y apostar dinero.

Una pelea típica de gallos puede durar desde varios minutos hasta más de media hora y, generalmente, resulta en la muerte de una o ambas aves. Incluso las aves que mueren luego de las peleas sufren mucho a raíz de las heridas generadas por el uso de espuelas punzocortantes que les colocan los peleadores. Estas espuelas pueden estar elaboradas con carey, lo cual está interrelacionado con otros delitos como el tráfico ilegal de vida silvestre, al provenir de la tortuga carey, una especie en peligro crítico de extinción y protegida por la legislación nacional e internacional.

Natalia Córdoba, directora jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, dijo: “En este caso particular, desde un inicio se enfatizó en el análisis que había efectuado previamente la Sala Constitucional, así como en la legitimidad y proporcionalidad de la restricción cuestionada por los demandantes, como terminó confirmándolo la CIDH”.

“Una característica inédita en este proceso consistió en que diversas organizaciones de la sociedad civil (entre ellas, HSI), se sumaron en apoyo a la actuación estatal y la prohibición de las peleas de gallos. Al ser ésta una decisión de uno los principales órganos de promoción y protección de derechos humanos de la región, no dudamos de su nivel de incidencia en los procesos que resguardan el medio ambiente y los animales”.

Dado que las peleas de gallos todavía se practican legal o ilegalmente en muchos países del mundo, incluidos India, Indonesia, Filipinas y partes de México, HSI estima que decenas de millones de gallos sufren esta práctica cruel y sangrienta en todo el mundo.

FIN

Contacto para medios: Alejandra Zuniga, alezuniga@outlook.com

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